26/07/2024 11:25
El Paraíso, 25 de julio, 2024- En un acto histórico de responsabilidad y justicia, el Estado de Honduras reconoció su culpabilidad en el asesinato de Pedro Magdiel Muñoz Salvador, mártir de la resistencia contra el Golpe de Estado de 2009.
El evento se realizó en el paseo Los Ficus, desvío de Alauca, hasta dónde llegó la presidenta Xiomara Castro, autoridades de Gobierno, familiares de Pedro Magdiel, representantes del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), miembros de la delegación del Poder Popular y población en general.
Pedro Magdiel Muñoz Salvador, un joven comprometido con la defensa de la democracia, fue asesinado de manera brutal el 24 de julio de 2009 en El Paraíso, tras ser detenido por fuerzas represoras del Estado.
Su cuerpo fue hallado al día siguiente con signos de tortura (golpes y quemaduras) y numerosas heridas de arma blanca. A sus 22 años, dejó una familia y una comunidad devastada por la violencia golpista comandada por Roberto Micheletti y Romeo Vásquez Velásquez.
Durante el evento, la presidenta Xiomara Castro declaró: "Pedro Magdiel como tantos mártires de la resistencia son un ejemplo de lucha y convicción. El Estado tiene la obligación de proteger y garantizar la vida y la seguridad del pueblo hondureño, así como garantizar la reparación".
Además, enfatizó: "Pedro Magdiel Muñoz vive, en cada uno de los corazones de este pueblo en resistencia, los vencimos en las calles, los vencimos en las urnas y los venceremos en la historia".
El acto de reconocimiento es parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de la presidenta Castro, para abordar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante y después del Golpe de Estado de 2009, en la narcodictadura qué se extendió por 12 años y 7 meses.
“Con este acto, compañeros y compañeras, estamos tratando de cumplir los 5 pilares de la justicia transicional que es lo estamos debatiendo en el congreso nacional, para darle una política legal pública en derechos humanos a nuestro país y reencontrarlos”, declaró Bertha Oliva, coordinadora General del COFADEH.
Los 5 pilares que cierran el caso de Pedro Magdiel se enmarcan en la investigación del hecho, la sanción penal a los responsables, levantar la memoria del joven trabajador, reparar los daños causados a su familia, así como garantizar la no repetición de hechos similares en Honduras.
En nombre de la familia, Francisco Muñoz, hermano de Pedro Magdiel, expresó con emoción: "Que nos ayuden a esclarecer el caso, que no quede impune, como tantas muertes han quedado impunes, que siempre siga en pie la lucha que él emprendió y que no sea olvidado, porque él es un héroe nacional también, un mártir de la resistencia".
Este proceso incluye no solo la reparación a las familias de las víctimas, sino también la implementación de políticas que garanticen la no repetición de tales crímenes.
“Recordar este día es muy duro para nosotros, reconocemos la injusticia que en aquel tiempo fue, reconocemos lo que hoy se está realizando en su memoria. Él quizo venir a traer a su presidente a luchar, para que él entrara nuevamente a gobernar nuestro país, y hoy podemos ver esa lucha que se ha logrado a través de los sacrificios que se hizo en ese golpe de Estado”, enfatizó Reina Salvador, tía de Pedro Magdiel.
Desde el año 2009, el pueblo hondureño ha visto innumerables actos de violencia y represión contra aquellos que se opusieron al golpe de Estado político- militar, marcando una década de dolor y lucha por la justicia.
Osman Montesinos, miembro de la delegación del Poder Popular, señaló: "El asesinato de Pedro Magdiel se da en un contexto de mucha represión. Hoy, el Estado, que lo conformamos todos, reconoce el asesinato de Pedro Magdiel, y el Poder Popular se hace presente, es muy importante, nosotros que vivimos ese momento con el pueblo representa mucho".
En el marco del Golpe de Estado contra el presidente José. Manuel Zelaya, muchos otros hondureños fueron mártires al resistir las fuerzas golpistas. Al menos cinco mil activistas, defensores de derechos humanos, periodistas, campesinos, mujeres y niños, denunciaron ser víctimas de persecución, amenazas, judicialización, privación de libertad y exilio. Se registró más de 60 desapariciones forzadas y cientos casos de asesinatos políticos.
La jornada de reconocimiento culminó con un llamado a la unidad y la perseverancia en la defensa de los derechos humanos, destacando la importancia de la memoria y la justicia en la construcción de una Honduras más democrática.
Este acto no solo representa un hito en la búsqueda de justicia para Pedro Magdiel y su familia, sino también un símbolo de la voluntad del gobierno de la presidenta Xiomara Castro de reparar las heridas del pasado y construir un futuro de respeto y dignidad para todos los hondureños.